En muchas ocasiones, al
agua no se le considera un nutrimento porque no sufre cambios químicos durante
su aprovechamiento biológico; pero es un hecho que sin ella no pueden llevarse
a cabo las innumerables transformaciones bioquímicas propias de todas las
células activas: desde una sencilla bacteria hasta el complejo sistema del
organismo del hombre.
El agua es la fuente
más importante en la ingesta de líquidos y se puede adquirir de diferentes
alimentos, como los vegetales abundantes en agua, la leche, que tiene un 87%,
de los huevos con un 74% y del pan, que con aproximadamente 40% es uno de los
alimentos más comunes y con menor cantidad de ella (Badui, 2006)